Un 15 % de las parejas sexualmente activas son infértiles, es decir, no consiguen un embarazo espontáneo tras buscarlo durante 1 año. En la mitad de las parejas infértiles, el hombre presenta alteraciones en los parámetros seminales, fundamentalmente por alteraciones en la concentración de espermatozoides (oligozospermia), en la movilidad (astenozoospermia) o en la normalidad (teratozoospermia) o una combinación de todas ellas. Una de las alteraciones frecuentes en los pacientes con infertilidad es el  varicocele, que es una dilatación de las venas del testículo. Por hacer un símil, sería como las varices de las piernas pero en este caso en el testículo.

¿Es más frecuente el varicocele en un lado?

Aunque puede aparecer sólo en el lado derecho o en ambos lados, por razones anatómicas es mucho más frecuente en el lado izquierdo, ya que en este lado la vena espermática drena en ángulo recto en la vena renal izquierda, mientras que en el lado derecho drena directamente en la vena cava.

¿Cómo se diagnostica el varicocele?

El diagnóstico del varicocele es generalmente clínico a través de la exploración física y puede confirmarse mediante ecografía doppler del testículo. En base a los hallazgos de la exploración y de la ecografía, se establece una clasificación  del varicocele, muy útil en la práctica clínica, en uno de los siguientes grados:

  • Subclínico: el que no es palpable ni visible y se diagnostica tras un estudio ecográfico del testículo
  • Grado 1: palpable tras la maniobra de Valsalva, es decir, tras expulsar el aire con la boca y nariz cerrada
  • Grado 2: palpable en reposo, pero no visible
  • Grado 3: visible y palpable en reposo

En general, el varicocele subclínico es un hallazgo casual que no requiere tratamiento.
¿Son infértiles todos los pacientes con varicocele?

No. Más de un 10% de la población presenta a la exploración un varicocele y la gran mayoría de ellos son fértiles. Lo que si es cierto es que el varicocele es muy frecuente en los pacientes infértiles y hasta un 25 % de los pacientes con alteraciones en los parámetros seminales lo presentan.


Además de infertilidad ¿cómo se puede manifestar el varicocele?

En muchas ocasiones el varicocele no da síntomas, y es un hallazgo casual  durante un examen físico rutinario en pacientes que consultan por otras causas. Sin embargo, el varicocele se puede diagnosticar en pacientes en un estudio de infertilidad o en pacientes que acuden a consulta por dolor testicular. Como ya se ha comentado, el varicocele se asocia a una disminución de la fertilidad masculina, y es un hallazgo común en varones que consultan por este motivo.
Cuando el varicocele es sintomático se manifiesta por dolor en los testículos (sobre todo en el lado izquierdo) o sensación de masa o peso en la zona escrotal, que es más intenso cuando el paciente se encuentra de pie, y se alivia al acostarse o tumbarse.
¿Cuándo está indicado el tratamiento?

El tratamiento del varicocele en la última década ha estado sometido a un continuo debate, en especial en los pacientes con infertilidad. En general, el tratamiento del varicocele está indicado en pacientes que tienen dolor testicular atribuible al mismo o en los pacientes con infertilidad, ya que en este caso el tratamiento puede mejorar o curar la esterilidad o mejorar la calidad del esperma si se van a utilizar técnicas como la fertilización in vitro. Sin embargo, en los pacientes con un varicocele subclínico, es decir el diagnosticado exclusivamente con ecografía y en los pacientes con varicocele que no presentan alteraciones en los parámetros seminales, los estudios no muestran un beneficio terapéutico.  Otra indicación es el tratamiento profiláctico en los adolescentes con varicocele, con la intención de prevenir el daño testicular y por tanto infertilidad. La mayoría de los adolescentes con varicocele serán fértiles en el futuro, por lo que hay que limitar el tratamiento sólo a los pacientes que presentan una asimetría o menor desarrollo testicular para evitar el sobretramiento.
¿Cómo se trata el varicocele?

Varios son los tratamientos disponibles para tratar el varicocele ya sean mediante cirugía o técnicas mínimamente invasivas como la embolización y la escleroterapia radiológica. De todas ellas, la más efectiva es la varicocelectomía microquirúrgica, por su menor tasa de recidiva y menor incidencia de complicaciones, en especial, la aparición de hidrocele o aumento de tamaño de la bolsa escrotal.

El varicocele es, por tanto, una causa frecuente de infertilidad y también de dolor testicular sobretodo en el lado izquierdo. Es fácil de diagnosticar tras la exploración física y el urólogo valorará la necesidad o no de tratamiento y el más adecuado.